10 ideas prácticas para desarrollar tu habilidad para la escritura
- Myrna Leal
- 16 may 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 18 may 2021
Los maestros de escritura creativa coinciden en que la fórmula mágica para desarrollar esa habilidad es... escribir, escribir y escribir. Escribir cosas malas o mejores, cualquier cosa, como si fuéramos atletas, necesitamos entrenar. La cabeza tiene que estar en movimiento, nunca esperar a que llegue eso que se llama inspiración.

La práctica es uno de los secretos para convertirse en escritor y, además, la confianza en uno mismo y, además, la libertad interior. Dejar salir de nuestras mentes lo que deba salir.
Quiero escribir, pero sobre qué. Es como si quisiéramos aprender a cocinar y nuestro maestro chef nos dijera “bueno, ahora a practicar”, pero no conseguimos los alimentos necesarios para preparar una comida.
Bueno, como ayuda para impulsar la práctica sobre la base de ejercicios concretos, he recopilado algunos que me parecieron interesantes.
El primero lo recomiendan tanto Natalie Goldberg como Julia Cameron, dos profesoras norteamericanas de creatividad que han vendido millones de libros. Ambas son contemporáneas, --para más datos nacieron el mismo año-- por lo tanto no puedo decir si una lo inventó y otra lo robó, pero qué más da.
Ambas también recomiendan hacer este ejercicio todas las mañanas antes de comenzar la rutina diaria, aún antes del desayuno (bueno, no habría que exagerar). Es un método que ambas profesoras recomiendan no solo para quienes deseen ser escritores sino para cualquier persona que desee desarrollar su creatividad en cualquier campo. Ambas autoras aseguran que la escritura automática puede ser terapéutica.
1) Escritura automática: Toma tres hojas y comienza a escribir sobre lo que sea. Tienes que repetir esto cada día, sin reflexionar, lo que se viene a tu mente. Siempre los pensamientos como monos en un árbol saltan de una rama a otra. Escríbelo. ¿No terminaste con una frase que la mente fue hacia otro lado? Escríbelo. ¿El párrafo anterior no tiene nada que ver con lo que estabas pensando? Sigue, escribe lo que piensas. La regla es “no pares hasta completar las tres hojas”. Al finalizar, quizá haya alguna idea que te sirva, si no no importa, es parte de la práctica.
Y si no querés atarte a las tres hojas de cada mañana, acá van otras ideas para escribir en cualquier momento y con cualquier extensión.
2) Comenzar con la frase “recuerdo que…” y describir un recuerdo largo, corto o mediano y luego seguir con otro recuerdo y así.
3) Visualizá un lugar que te guste mucho. Cualquiera. Un rincón de tu casa o de la casa de tus padres o abuelos. Un lugar de vacaciones, incluso un sitio al que nunca fuiste, imaginalo. Describilo con detalles, con sensaciones, --también olores y sonidos-- las emociones que te despierta.
4) ¿Cuál es tu primer recuerdo? Escribilo en detalle. Te aparecen dos o más recuerdos que podrían ser el primero. Bien, adelante, escribí sobre cada uno.
5) Escribí sobre las calles de tu ciudad. ¿Cómo son? ¿Qué zona preferís? ¿Dónde vivirías si pudieras elegir? ¿Por qué?

6) ¿Qué libro creés que ha cambiado tu vida? O al menos tu relación con la literatura. Buscá las palabras para expresar por qué.
7) Describí a uno de tus familiares preferidos. Tu madre o tu padre, un abuelo, una tía, un primo.
8) ¿Qué tipo de animal soy o me gustaría ser? ¿Por qué? ¿Dónde vivirías? ¿Qué vínculo tendrías con tus demás congéneres o con los humanos?
9) Relatá cuándo fue la ocasión en que tuviste más miedo en tu vida.
10) Escribí en lugares distintos. En un bar, esperando el tren o un ómnibus, mientras viajás, mientras esperas que se cocine el pollo al horno. Describí qué ocurre a tu alrededor.
¿Qué te parecen estas ideas?
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